Nota del administrador: uno de los fines de ArgentiNat es conectar a las personas con la naturaleza para ayudar a la conservación. Con esa idea, invitamos a quienes tengan un proyecto y quieran contar sobre el mismo a participar de esta sección. En este caso, agradecemos para este artículo la colaboración de Ana Di Pangracio (@annxeneize), directora adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y coordinadora del Comité Argentino de UICN; Ana (junto a @giramone) administra el proyecto que presentamos hoy: Biodiversidad de la cuenca Matanza-Riachuelo
La cuenca Matanza Riachuelo (CMR) abarca la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y catorce municipios de la provincia de Buenos Aires, con una superficie de 2047 km2 y una población aproximada de 6 millones de habitantes.
La biodiversidad de la CMR es un asunto muchas veces subvalorado o postergado. Es fuerte la percepción en la sociedad que la CMR es sinónimo de marrón, contaminado, sin vida; sin embargo, existen a lo largo de su territorio numerosos y valiosos espacios naturales.
Estos espacios albergan biodiversidad y facilitan el acceso a sitios de valor social, cultural, histórico, educativo y recreativo en un territorio densamente poblado. Esto último es de destacar, ya que es cada vez mayor la evidencia respecto de los positivos impactos que tienen los espacios naturales no solo en la calidad ambiental de las grandes urbes, sino en la salud humana, particularmente de niñas y niños, reduciendo marcadamente los niveles de stress, ansiedad y conflicto.
Entre los espacios naturales de la CMR se destacan especialmente sus humedales. Desde la Reserva Ecológica Costanera Sur, pasando por el Viejo Cauce del Riachuelo, los grandes humedales Laguna de Rocha, Santa Catalina y Ciudad Evita en la sección media, hasta las poco conocidas “cubetas” de la sección alta. Estos humedales, sus bosques y pastizales asociados, son un oasis dentro de la matriz urbana. Resultan ser, además, estratégicos para el proceso de saneamiento de la CMR ordenado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 2008 por su rol en la filtración y depuración de aguas, entre otros servicios ambientales.
Pero los espacios naturales de la CMR se ven fuertemente amenazados por el desarrollo urbano e industrial, y por la contaminación de diversas fuentes. Pese a estas perturbaciones, mantienen funciones naturales y brindan beneficios significativos a la sociedad. En adición, por su localización transicional entre los márgenes metropolitanos y el ámbito rural, son una oportunidad única para desarrollar un programa de conservación, recuperación y restauración.
Se requiere, por lo tanto, de un sostenido accionar comunitario para generar conciencia sobre y dar visibilidad a la biodiversidad que alberga la CMR, y que se aprecie. Este proyecto en ArgentiNat busca hacer un aporte en ese sentido.
La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) trabaja desde hace casi dos décadas por el saneamiento y la recomposición ambiental de la CMR, promoviendo una ciudadanía activa, defendiendo los derechos de la población, sobre todo aquellos sectores en situación de vulnerabilidad, camino a alcanzar un desarrollo sostenible para la cuenca.
Más recientemente, FARN ha venido promoviendo la identificación y reconocimiento de un corredor biocultural a lo largo de la CMR que conjugue ecosistemas, especies, cultura e historia, con un uso y una gestión responsable y sostenible del territorio, contribuyendo al bienestar de las personas que habitan la cuenca. Esto permite un abordaje integral del territorio de la CMR, a la vez que se salvaguardan derechos fundamentales. Así, se viene desarrollando un trabajo de mapeo participativo de valores ecológicos y conflictos ambientales y territorial en el humedal de Ciudad Evita, junto con vecinas y vecinos que de manera voluntaria trabajan por su defensa; a la vez que se generan diversos materiales y documentos para difusión e incidencia política para lograr su protección efectiva. Por otro lado, se efectúan labores de educación ambiental, restauración ecológica y cuidado del patrimonio histórico-arqueológico en la Reserva Provincial de Santa Catalina, en trabajo conjunto con la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Estas acciones, y muchas otras, se enmarcan en el Programa Humedales sin Fronteras (HSF), una iniciativa de organizaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Países Bajos comprometidas con la sostenibilidad y bienestar de la cuenca del Plata. Se trabaja en la defensa, conservación y restauración de sus humedales, así como por la protección de la soberanía, derechos y valores histórico-culturales de las comunidades que la habitan; respetando sus territorios, costumbres, historias y formas de vida.
Más información: www.farn.org.ar
Contacto: adipangracio@farn.org.ar